domingo, 1 de noviembre de 2009

Ley patriótica y medios en Panamá

El analista improvisado

De Capturas de pantalla

Estoy decepcionado de los medios de comunicación social en panamá, sobretodo de la televisión. Además de la ingente cantidad de telenovelas, en horario semi-estelar hay programas de noticias con anclas súpermaquilladas mejoradas quirúrgicamente, donde se alternan remedios esotéricos con la crónica policial y recomendaciones para la lotería, cumpleaños de los televidentes y “saludos” vía mensaje de texto. Los programas noticiosos que vienen a continuación ofrecen acontecimientos reportados superficialmente por “comunicadores sociales” que son 90% de lo último y 5% de lo primero, sólo que más cubiertos por la ropa y menos por el maquillaje.

Aunque Panamá parezca un país pequeño y repetitivo, parafraseando a cierto funcionario policial en modo maradoniano de atacar a la prensa, hay mucho campo importante e inexplorado para el reportaje investigativo, que se refugia en programas de radio pautados en horarios que casi nadie oye, o en periódicos políticamente presionados.

Resulta que la expresión “Ley Patriótica” no sólo causa incomodidad en EE.UU., donde es sinónimo de atropellos judiciales arbitrarios contra la libertad en nombre de una guerra poco clara contra un enemigo difuso; en Panamá las acciones relacionadas con la “Ley Patriótica” vernácula también significan lo mismo. La guerra allá es contra el terrorismo, la de acá contra el narcotráfico.

Resumiendo años de historia en un solo párrafo, las altas esferas de la justicia en minúsculas, basadas en informes y testigos de dudosa calidad, e impulsada por el hecho de complacer, gastaron increíblemente enormes cantidades de dinero y recursos encarcelando sin juicio por años a personas presuntamente inocentes. La Justicia en mayúsculas llegaría en la liberación de varios de estas personas, mientras que lo ofensores se confiesan ofendidos y se preparan para apelar; uno quiere ser Fiscal de la República. De todo esto me enteré en una mañana al escuchar radio, nada más que por los comentarios de varios programas de opinión acerca de una entrevista a uno de los autores intelectuales, que tiene un cargo en el actual gobierno, en ¡un programa de radio de día anterior a las nueve de la mañana!

LE DIERON DURO

Adelita Coriat le dio hasta con el mango de la sartén a Abel ayer en KW Continente. El hombre tuvo que admitir que los dos testigos protegido en un caso de la Ley Patriótica era una misma persona.

La Llorona, Panamá América.

http://www.laestrella.com.pa/mensual/2009/10/20/contenido/160447.asp

Si tan sólo hubiese visto televisión o tenido un iPod conectado al carro ese día, no me hubiese enterado de nada. Y resulta que esa entrevista es sólo parte de un reportaje más grande, suficiente para hacer un programa de una hora en televisión, como el recordado “Alerta” de RCTV. Pero quizás el tema no llama la atención, y provoque más resquemor e incomodidad que la necesaria.

Tal fue la onda expansiva de dicha entrevista, que el funcionario en cuestión, dos horas después, empezó a prometer acciones contra un expresidente de la nación acusado de corrupción, tema que sí llama la atención de las mayorías. Pero ¿inocentes en la cárcel a precios millonarios para los contribuyentes? Eso no.

Quizás esto es un llamado para la especialización de los medios, a la creación de emisoras de radio y televisión dedicadas a la información. Ya que el entretenimiento sobra y se desborda. Increíble el poder de una periodista bien preparada con acceso a la información.

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